Algunas reflexiones socio antropológicas y filosóficas sobre el presente y el futuro del pueblo mapuce(1).
Ramón Fco. Curivil
Resumen de ponencia:

Uno de los grandes desafíos, de los profesionales mapuce del área de las ciencias sociales es, pensarnos a nosotros mismos. Es decir, dar cuenta de nosotros, quienes somos y qué nos pasa como pueblo y como sociedad.

Se trata por tanto, de algunas reflexiones, considerando que una de las tareas fundamentales del investigador social, no es tan sólo dar cuenta de los problemas sociales sino plantear nuevas posibilidades de convivencia y entendimiento entre los seres humanos.

Introducción:

Mas que dar cuenta de la situación de los mapuces urbanos, quisiera compartir algunas reflexiones sobre el presente y futuro del pueblo mapuce, desde una perspectiva urbana, a partir de algunos estudios socio antropológicos, en parte quizá bastante contaminados por conceptos y apreciaciones wigka. Se trata de un esfuerzo sincero, respecto a dar cuenta de algo donde estoy involucrado. Tengo esta preocupación desde que empecé a incursionar en temas de investigación en el área mapuce. En este aspecto no está demás recordar, que hasta ahora hemos sido un espacio de reflexión, casi exclusivamente para científicos sociales wigkas. Por lo tanto, podemos decir que durante mucho tiempo han sido otros quienes han dado cuenta de nosotros. Otros hablan y piensan por nosotros y buscan solución a nuestros problemas. Históricamente esto ha sido así.

Sin embargo, hoy, profesionales mapuce hemos abierto espacios de reflexión en campos donde antes no teníamos acceso: como la poesía, la historia, medios de comunicación, investigaciones sociales, etc.

Por eso, quizá uno de los grandes desafíos, de los profesionales mapuces que tenemos un poco de tiempo para pensar, sea el pensarnos a nosotros mismos. Sin querer ofender a nadie, pero lo que tradicionalmente han dicho y escrito sobre nosotros, por decir lo menos, en muchos casos no corresponde a la realidad o no nos satisface plenamente porque no responde a lo que nosotros somos y queremos ser.

Esta preocupación la he asumido como un desafío personal, donde el centro de interés son personas que yo considero hermanos(as) mapuces que viven en Santiago, sus preocupaciones y luchas. Me importa lo que ellos hacen y piensan, sea como persona o como miembro de una organización o de una institución, sea que se sientan ya completamente desconectado de su historia y de su pasado o bien se sientan parte de un pueblo que está dando una de sus luchas más decisivas en su historia.

Informaciones obtenidas mediante diversas iniciativas de investigación.

Las reflexiones que comparto son resultado de observaciones y estudios de carácter científico, realizados en la ciudad de Santiago desde el año 1992 a 1999.

Menciono brevemente cada uno de ellos:

1º Un primer trabajo que quiero mencionar es un Estudio de Caso, presentado como tesis de Magister a la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Dicho estudio se inicia el año 1992 y termina el año 1996 y en el doy cuenta de los cambios culturales y los procesos de re-etnificación entre los mapuces urbanos. Lo que demuestro en ese estudio es cómo un grupo de hermanos y hermanas mapuce, reunidos en torno a un maci deciden re-crear y re-inventar sus prácticas religiosas en contexto urbano, como una forma de afirmar su identidad. Tanto el maci como el grupo interpretan de manera diferente lo que hacen. La posibilidad de que los mapuces tengan una experiencia religiosa en Santiago, el maci lo asume como un desafío personal porque cree que en eso está en juego su vocación, mientras que para los integrantes de la organización se trata del desafío que debe asumir todo mapuce, ya que en ello está en juego algo muy importante de su vida, no sólo su identidad sino algo más profundo que tiene que ver con el sentido.

Dentro de esta dinámica en que se da el proceso de cambio y re-etnificación, el concepto que elijo para dar cuenta de lo que pasa en este grupo es el de awigkamiento.

La gente dice: "rume wigkaukvleiñ, rume wigkaukvlei ce"

Con ello quieren decir: estamos demasiado influenciados por la vida wigka, incluso algunos quieren ser como los wigkas, asumiendo un nuevo estilo de vida.

Por otro lado, aunque asumir un nuevo estilo de vida más cercano a lo wigka, para unos, es el único camino posible, hecho que a su vez debe entenderse como una opción válida. Mientras que para los otros, se trata de una opción que es necesario frenar de alguna manera, de lo contrario vamos derecho al precipicio.

Este segundo grupo, al que hago referencia en el "estudio", ha optado por un camino diferente puesto que ante la presión social que obliga a awigkarse, muestran un camino que permite de alguna manera ser mapuce en la ciudad.

Dicho Estudio de caso, se hizo con un diseño de investigación acción participativa porque permitía armonizar dos elementos: la condición mapuce del investigador y la participación activa en la organización.

2º El segundo estudio a que hago referencia es un estudio socioreligioso sobre el tema Identidad Mapuce en la comuna de Cerro Navia. Es un estudio de carácter exploratorio. Dicho estudio contó con el patrocinio y financiamiento de la Congregación del Verbo Divino y fue realizado entre el año 1996 a 1997. Con la colaboración de connotados especialistas del tema, entre ellos: Marcos Valdés (sociólogo), Pablo Paño (antropólogo); Rodrigo Valenzuela (antropólogo), Ximena Sgombich (profesora de filosofía).

El objetivo fue obtener información sobre cómo viven su identidad los mapuces que están y que viven en los cordones marginales del gran Santiago, quienes participan en diversas instituciones sociales entre las cuales, la Iglesia Católica al parecer es la más influyente.

Durante el tiempo en que se realiza el estudio nos dimos cuenta que hay un porcentaje bastante considerable de hermanos y hermanas mapuce que evaden cualquier compromiso que signifique una manifestación pública de su condición mapuce. Este grupo que es mayoritario, está vinculado a la Iglesia Católica y a otras instituciones sociales tales como partidos político, colegios, club deportivo, hinchas de clubes populares y junta de vecinos, donde en ocasiones suelen tener un protagonismo admirable. Estas instituciones decididamente influyen en las personas y entregan un tipo de identidad, lo que permite suponer que hoy ya no es posible hablar de una identidad mapuce, ya que en la práctica en nosotros coexisten diversas identidades, con más o menos elementos de la identidad original histórica, ya que toda persona integra elementos identificatorios de las diversas instituciones con las cuales está vinculado. Entre los mapuces hay algunos que privilegian elementos de instituciones religiosas otros de instituciones políticas donde la identidad mapuce original queda en un segundo plano, según los espacios de tolerancia que encuentre.

En este estudio a su vez obtuvimos información acerca del papel que juegan las organizaciones en el fortalecimiento de la identidad. Una dato importante es que ellas elaboran una identidad más independiente, por un lado, de la influencia de la Iglesia, pero a su vez más permeable a la influencia de los partidos políticos. A su vez constatamos que las organizaciones mapuce de la comuna no tienen un ideal atrayente ni trabajan por un proyecto de pueblo, ya que su interés se centra en el ámbito eminentemente cultural, con lo cual privilegian una identidad mapuce en cuanto migrante y no en cuanto miembros del pueblo mapuce.

En dicho estudio ensayamos también un concepto del ámbito lingüístico mapuce para dar cuenta de lo que pasa con nuestra gente que vive en la ciudad. De esta forma evitamos el uso del concepto mapuce urbano y lo cambiamos por el de mapuce wariace porque expresa mejor la situación de los mapuce en la ciudad. Waria es un concepto que tiene uso y significado.

Se dice: "wariatumean / wariamu amuan / waria mu mvlen"
"iré de compras al pueblo / iré al pueblo - ciudad / vivo en el pueblo – ciudad"

Por tanto, wariace le asignamos el significado de gente de pueblo o ciudad, que junto con aquellos que viven en el campo, que llamamos lelfvnce, forman el pueblo mapuce.

3º El tercer estudio a que hago referencia es también un estudio socioreligioso que hicimos en la Zona Oeste de la Arquidiócesis de Santiago y que nos permitió incursionar en un ámbito más complejo como es el de aquellos hermanos (as) que al mismo tiempo se definen o autoidentifican como "mapuces católicos".

Dicho estudio se hizo entre el 98 y 99 y se enmarca también como un estudio exploratorio.

El objetivo fue Consultar a la población mapuce católica del sector, abarcando 5 parroquias del sector, para recoger opiniones respecto a cómo se sienten en la Iglesia y que opinan respecto de ella.

La Consulta permitió focalizar la mirada en un grupo específico y de esta manera obtener algunas informaciones acerca de qué pasa con los mapuce vinculados a la Iglesia Católica ¿es que no quieren ni les interesa seguir siendo mapuce? ¿son los más awingkados? Para estos mapuce las prácticas religiosas de sus antepasados ¿carecen de valor? ¿Por qué estos hermanos(as) mapuces al tener mayor protagonismo en la Iglesia, prefieren vivir en el anonimato su condición mapuce?

El hecho de que la mayoría de ellos prefiera vivir en el anonimato, estaría dando la razón a aquellos que sostienen que los mapuces ya no quieren ser mapuce. Al menos aparentemente no muestran interés. Esto al mismo tiempo estaría significando que el "catolicismo" opera como un elemento desestabilizador que presiona a vivir en el anonimato.

Aunque el Estudio estaba focalizado hacia una parte de la población mapuce católica es interesante como una de las opiniones - que uno lo puede esperar más bien fuera del ámbito ecclesial - es el hecho de que para un grupo de mapuces, ya es hora de que la Iglesia juegue a nuestro favor. Ella tiene un peso moral en la sociedad nacional que puede ser decisivo en el presente de nuestra historia.

En fin todas estas informaciones estimulan a ensayar nuevos caminos de acercamiento al tema, considerando que el enfoque tradicional(2), ni antes ni ahora da cuenta de nuestra verdadera situación. Hoy es necesario atreverse a dar cuenta de una realidad que es bastante más compleja y que tiene que ver con un conflicto entre el Estado chileno y el pueblo mapuce.

Reflexiones finales.

Lejos de presentar algunas conclusiones para cerrar estas reflexiones, lo que pretendo es poner en discusión los siguientes puntos:

a. Respecto al tratamiento del tema mapuce, el modelo explicativo que ha prevalecido en las ciencias sociales, es una de las teorías de Darwin, quien observó experimentalmente que ciertos organismos ocupaban siempre un mismo nicho ecológico. Esto le permitió llegar a la siguiente conclusión: la sobrevivencia de dichos organismos depende del tipo de nicho(3). Dicha teoría aplicado al ámbito mapuce concluyó de la siguiente manera: el mapuce, sólo se realiza en el campo, porque ese es su ambiente natural, su nicho ecológico.
    Este modelo explicativo ha marcado históricamente la labor de los científicos de las ciencias sociales, quienes a su vez han popularizado dos visiones clásicas respecto a la forma de tratar el tema mapuce: desde la sociología, somos un grupo socialmente pobres y marginados, que necesitamos oportunidades para integrarnos de la mejor manera posible a la sociedad. Desde esta perspectiva es necesario destinar recursos económicos para: subsidios rurales, apoyo a pequeña empresa, apoyo al desarrollo de la agricultura, construcción de caminos, etc. Esta visión a su vez es asumida por un sector importante de la dirigencia mapuce, quienes reivindican la aplicación de una política de igualdad de derechos. Dicha política se elabora sobre la base de una canasta idéntica de derechos e inmunidades a partir del principio de igualdad de derechos de todos en cuanto seres humanos o en cuanto ciudadanos.

    De esta manera asumen una política neoliberal a partir del principio de igualdad, que postula que todos somos iguales y si somos pobre, saldremos de nuestra pobreza mediante diversas políticas indígenas implementadas desde el Estado, de manera paternalista como lo ha sido históricamente.

    Desde la antropología, se nos ha marcado más bien como un grupo étnico o una minoría étnica, con quienes es necesario un tratamiento legal especial para resguardar nuestros derechos.

    Ambas visiones, han dejado de lado nuestros legítimos derechos de autogobierno y la administración de un espacio territorial donde sea posible tomar nuestras propias decisiones, respecto a que tipo de desarrollo es más adecuado a nuestra situación, por lo cual, son funcionales a una política indígenista de integración y asimilación ya que no cuestionan la concepción de Estado y de sociedad de tipo homogéneo y monocultural. Además de las preocupaciones ya mencionadas, estos estudios siguen dándole vueltas a lo que ellos llaman negación de identidad y vergüenza étnica. Pero no abordan el problema de fondo. Entonces, es importante considerar que si para algunos "la Iglesia está en deuda con los mapuces", de los científicos sociales podemos decir lo mismo "están en deuda con los mapuces", porque la inmensa mayoría de estudios sobre la situación mapuce no ayudan a la causa, no ayudan a la liberación.

    El problema de fondo no es un problema de identidad ni de pobreza. Hay que atreverse ir a lo profundo y medular. Lo medular es político, es jurídico. Lo medular es atreverse a pensar un Chile nuevo, diverso, superando una concepción monolítica de Estado nacional. Lo medular ni siquiera es la falta de un reconocimiento Constitucional, más bien es necesario crear las condiciones para exista un reconocimiento mutuo: deseamos que el Estado nos reconozca como pueblo y de esa forma reconozca todos nuestros derechos, entre ellos la autonomía política y territorial; pero a su vez como mapuce soy de la opinión que también debemos reconocer al Estado chileno. Esa es la única posibilidad que garantiza nuestra existencia como pueblo dentro del Estado pero no de este Estado sino de un nuevo Estado que construyamos en conjunto.

    b. En segundo lugar quisiera resaltar los distintos procesos de reconstrucción de identidad en Santiago, que analizado críticamente está siendo funcional a las políticas gubernamentales de integración y asimilación, al menos aparentemente, por las siguientes razones.

El hecho de haber perdido nuestro territorio y haber sido integrado forzosamente al Estado chileno, en condiciones muy desiguales, esto, generó un tipo de convivencia e inter-relación no en un plano de respeto y reconocimiento mutuo, sino que se inauguró un relación asimétrica marcado por un completo desconocimiento de todos nuestros derechos humanos en cuanto "perdedores", lo que nos ha marcado profundamente, obligándonos a modificar nuestra forma de ser.

Al perder el control de nuestro territorio, perdimos la posibilidad de ser gente, de ser persona y de esta forma se ha relegado indefinidamente la posibilidad de ser pueblo.

Con razón nuestra gente, sea en el campo o en la ciudad dice:

"ce xokigekelan, ce xokigekelaiñ..."
(no me consideran gente, no nos consideran gente)

Es una queja permanente en contra de una sociedad y de un sistema que no acepta la diversidad. En otras palabras, podemos decir que aparentemente nos deja vivir pero no permite vivir de acuerdo a un propio estilo.

Así las cosas es necesario una nueva manera de pensar, aunque parezca moralista pero es necesario pensar la unidad desde una perspectiva de diversidad, porque si no podemos ser nosotros mismos, si nos niegan la posibilidad de ser ¿de qué sirve ser diferente? O ¿de qué sirve la identidad? ¿sólo para el folclore? Porque ser diferente para ser motivo de burla y discriminación ¡No tiene sentido! ¡No es algo racional!.

Por todo lo dicho, de acuerdo al primer estudio, nuestra gente ha optado por asumir un estilo de vida wigka, lo que en mapuzugún se llama "wigkauwvn": rume wigkauwi taiñ ce: nuestra gente está demasiado wigka en su forma de vida, lo que no es lo mismo que blanquearse ya que asumir un estilo de vida wigka en la ciudad es la única posibilidad.

Pasa algo parecido como cuando un chileno emigra a la Argentina o Europa ¿qué pasa con él? Acaso no está obligado a asumir un estilo de vida argentino o europeo, según el caso ¿eso es negar su identidad? Esto de asumir un nuevo estilo de vida, es una opción válida entre los mapuce.

Sin embargo, los tres estudios mencionados muestran una dinámica de reconstrucción de identidad bastante más compleja y más cercana a la del inmigrante que al llegar al país, tiene claro que debe integrarse en las mejores condiciones posibles porque sabe que al final -y es lo que busca- debe transformarse en un chileno más. Algo de esto está pasando con la mayoría de nuestra gente.

Por lo demás no debemos olvidar que la identidad se construye con el reconocimiento o el falso reconocimiento del otro, por lo cual hoy debemos considerar nuevas formas de acercamiento al tema de la identidad y no quedarnos sólo en la vergüenza étnica. Debemos tener presente que ésta "se moldea en parte por el reconocimiento o por la falta de éste; a menudo también por el falso reconocimiento de otros, y así, un individuo o un grupo de personas puede sufrir un verdadero daño, una auténtica deformación si la gente o la sociedad que lo rodean le muestran, como reflejo, un cuadro limitativo, o degradante o despreciable de sí mismo. El falso reconocimiento o la falta de reconocimiento puede causar daño, puede ser una forma de opresión que aprisione a alguien en un modo de ser falso, deformado y reducido(4)..."

"Dentro de esta perspectiva, el falso reconocimiento no sólo muestra una falta del respeto debido. Puede infligir una herida dolorosa, que causa a sus víctimas un mutilador odio a sí mismas. El reconocimiento debido no sólo es una cortesía que debemos a los demás: es una necesidad humana vital(5)..." "

Lo que dice este autor nos parece una observación válida al considerar las diversas imágenes de mapuce construida por la sociedad dominante (wigka-mestiza), ya que de las informaciones recogidas, el tema de las imágenes, es también una información que aparece insistentemente. Se trata de imágenes y conceptos creados intencional e ideológicamente, por una cierta literatura antimapuce, que se transmite sistemáticamente mediante el sistema educacional. Se trata de imágenes y conceptos que la sociedad wigka e incluso nuestros propios hermanos (as) han internalizado de manera tan profunda que hoy es el principal motivo que lleva al mapuce a negar su identidad. Esta literatura antimapuche es claramente de corte positivista y etnocentrica, para quienes europa sigue siendo la medida de lo bueno, de lo bello, de lo justo, de lo racional. Esa mentalidad también se ha internalizado entre los mapuces a partir del cual algunos creen que lo nuestro carece de valor, por lo tanto, "¿de qué sirve ser mapuce?".

La internalización de imágenes negativa y poco reales de mapuce nos ha llevado a una situación extrema de alineación, por lo que me atrevería a decir, que tanto en el campo como en la ciudad el mapuce ahora es un ser alienado, en el sentido más burdo del término. Una persona alienada es una persona que vive engañada, es una persona incapaz de cuestionar. Aunque con seguridad, conserva el recuerdo de un pasado diferente, de una vida distinta, más humana, de una vida hecha en libertad pero que ya quedó definitivamente en el pasado.

Franz Fanon sostiene que la principal arma de los colonizadores es la imposición de su imagen a los colonizados, para lo cual insinúa la violencia como el camino a seguir hacia esta liberación, violencia paralela a la original de la imposición extranjera(6). Lo que quiere decir este autor es que si no se modifican las relaciones sociales asimétricas, la violencia es una tentación.

Esta imagen negativa de mapuce y de indígena que se ha construido intencionalmente, se transmite mediante el sistema educacional, en concreto mediante los textos escolares(7), donde los estudiantes mapuce reciben una visión humillante de sí mismos como si toda la creatividad y la valía sólo proviniesen de los europeos. Por consiguiente, ampliar y modificar el programa resulta esencial no tanto en nombre de una cultura más general para todos, sino para dar el debido reconocimiento a quienes hasta hoy se han visto excluidos. La premisa fundamental de estas demandas es que el reconocimiento forja la identidad, particularmente en su aplicación fanonista: los grupos dominantes tiende a afirmar su hegemonía inculcando una imagen de inferioridad a los subyugados(8). En Chile la reforma educacional debe concretarse dentro de una perspectiva revisionista.

Lo cierto es que todas las culturas que han animado a sociedades enteras durante algún período considerable de tiempo, es porque tienen algo importante que decir a todos los seres humanos, ya que han aportado un horizonte de significados para gran cantidad de personas. Sólo éste hecho merece admiración y respeto. Según Alexsander Solzhenitsyn: "cada pueblo, aún el más pequeño, representa una faceta única del designio divino(9)"

Finalmente para terminar, deseo resaltar lo siguiente:
  • En el momento histórico que vivimos como pueblo mapuce todos podemos aportar con un grano de arena, teniendo presente que la unidad mapuce funciona de manera distinta a la unidad que todos llevamos en la mente. Por lo tanto, uno de los principales desafíos es ayudar a articular la unidad del movimiento mapuce, potenciando el liderazgo de aquellos dirigentes y representantes de Coordinadoras que plantean un proyecto de pueblo nación mapuce, que podrá ser discutible en muchos de sus aspectos pero es el único camino serio para enfrentar al Estado chileno, lo demás es montar "shows" donde los únicos perdedores somos los mapuces.
  • El entusiasmo por llevar a cabo diversas iniciativas de desarrollo, llámense estos: etnodesarrollo, ecoturismo, desarrollo con identidad, no debe llevarnos a perder de vista, que aunque suenan bien al oído no son más que distintos disfraces de nuevas políticas de integración y asimilación, que nos valoran en el plano folclórico.
  • Este esfuerzo de afirmar la identidad en los centros urbanos hecho de manera consciente, permite seleccionar elementos de la cultura wigka para afirmar lo propio. Resultado: ya no somos lo que fueron nuestros antepasados, sin embargo, no hemos roto con el pasado. Somos el presente. En nosotros se conjuga lo moderno y lo tradicional. Lo nuevo y lo antiguo. Somos un mapuce moderno: un poco más secular pero creyente, un poco más tradicional pero moderno, chileno o argentino pero mapuce.

 

Notas

1.Autor: Ramón Fco. Curivil P.Licenciado en Educación y Profesor de filosofía. © Magister en Ciencias Sociales. Mención Cultura y Religión. Investigador Asociado del CERC-UAHC.; Coordinador del Centro de Comunicaciones Mapuce Jvfken Mapu; Encargado de Oficina de Pastoral del Verbo Divino. (Ponencia presentada en el Seminario: Las perspectivas del desarrollo del Pueblo mapuche. Temuco 7 y 8 de octubre de 1999. UFRO).

2. El enfoque tradicional ha privilegiado la calidad de grupo étnico o de minoría étnica (antropología) del pueblo mapuce o bien los ha considerado como pobres y marginados (sociología).

3. Cf. Novack Joseph: Teoría y práctica ..., p. 48.

4. El multiculturalismo y la política del reconocimiento, p. 44.

5. Idem.

6. Cf. El multiculturalismo y la política del reconocimiento, p. 96.

7. El Instituto de Estudios Indígenas, el 27 y 28 de mayo presentó en el auditorium de la UAHC, parte de un estudio sobre el tratamiento que se da al tema indígena y mapuche en cuatro libros que se utiliza en la enseñanza básica. Textos oficiales del MINEDUC. Es claro que existe una "intención" por presentar de una determinada manera a los indígenas y a los mapuches en textos oficiales que se distribuyen gratuitamente en todo Chile.

8. El multiculturalismo y la política del reconocimiento, p. 97.

9. Citado en Op. Cit. p. 134.

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